El tenis es cada vez más insostenible en los estratos más bajos del profesionalismo y son muchos los tenistas que tienen que renunciar a su sueño ante la incapacidad para hacer de su actividad una fuente de ingresos suficiente para subsistir. Prueba de ello es lo compartido por Oana Gavrila, tenista rumana de 23 años que ha estado tres semanas compitiendo en torneos ITF 15.000 en El Cairo, incluyendo un título y una final en dobles. Tras pagar su alojamiento, el balance del prize money se quedó en 1,20€. Imposible sostener esto en el tiempo.
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